sábado, diciembre 16, 2006

MUERTES Y SOLEDAD

Este día escribo herido… la muerte me ha lastimado de nuevo… de nuevo sangra mi alma… esta desgarrado el corazón…
Aun siento los estragos causados por las ausencias de quienes alguna vez estuvieron aquí y hoy solo viven en los rincones de la memoria y en las ilusiones de la esperanza.
Mi hermana mayor… mi primo que fue como mi hermano… mi tío favorito… mis dos abuelos… mis dos abuelas… mi tía más dulce… mi tío mas admirado… mi amiga más querida… y ayer perdí a esa amiga a quien jamás pude pagarle aquello que le prometí porque la enfermedad se interpuso.
La muerte… maldita causa de de impotencia… coraje… tristeza… dolor.
Por más que la esperemos siempre llega de sorpresa… y golpea nuestra realidad con las peores y más tristes sensaciones… hundiéndonos en la negación… confundiéndonos con desorientación y dudas… lastimándonos con ira, rabia, frustración… marcándonos con tristeza, culpa, desesperación… nos ataca la ansiedad… nos asalta el insomnio… nos gana la depresión y nos aislamos.
Vez tras vez, debo poner el pecho duro y el hombro listo: debo consolar a los deudos… debo ser fuerte… debo decirles que todo estará bien… darles palabras de resignación… mensajes de esperanza… y extenderles mi mano para que se apoyen… y ponerles mis brazos para que se refugien… pero vez tras vez me quedo esperando a alguien que me consuele… pero nadie parece entender que también sufro la perdida de quienes se nos han ido.
Irónicamente, la única persona que me ha brindado palabras de consuelo es quien no me conoce… y a quien trato apenas de un par de meses hacia acá…
¡Gracias Gisela! Sin saberlo me regalaste oxigeno…
Pero como quisiera que alguien pusiera sus brazos sobre mi espalda… y me regalara un minuto de sus abrazos… y enjugara al menos una de mis lágrimas…
Y lloro en silencio… como lloré siempre a cada uno de quienes he perdido…
Y lloro solo… como parece ser mi destino.

16 de Diciembre, 2006. Velorio de mi hermosa y gran amiga...
a quien dos paros cardiacos derivados de sus problemas hepáticos por Lupus,
lograron alejarla de entre nosotros.

1 comentario:

Conciencia Personal dijo...

Aquí estoy y estaré siempre. Aquí está mi hombro.

Te abrazo inmensamente.

Te quiero, monique.