[me siento solo]

Me siento solo…
Muriendo en el olvido…
Abandonado por quien más debió cuidarme: yo.

Cae el telón de la apariencia...
Y regreso a mi mundo cruel...
Donde vivo solo… entre miedos y dudas…
Entre equivocaciones y aciertos…
Entre culpas y vanagloria.

La noche me envuelve, y con ella el silencio…
Ya no hay nadie… ni siquiera las palabras me visitan…
Aun ellas vienen cuando quieren, desatendiendo mis llamados.
Yo las amo… y las honro…
Pero ellas prefieren ausentarse ocasionalmente de mi vida.

El sol anunciará hipócrita un nuevo día...
Un día para colgarme una sonrisa… y de nuevo ponerme alguna máscara…
Que me permitirá ser amigo… y cuidar de otros…
Mientras yo, me sentiré solo…
Muriendo en el olvido…
Abandonado por quien más debió cuidarme: yo.

Aun es de madrugada…
Y a estas horas solo veo el lado oscuro de la luna...
Y escucho el silencio cruel interrumpido por los ruidos de las tragedias:
Sirenas y ladridos.

Mientras el sol se asoma, escucho el cantar de la triste alondra,
Que pende sola en el desvencijado árbol...
Y en su cantar va soltando las plumas… el pico… el alma;
Los trovadores al contemplarle van ofrendándole sus lágrimas…
Pero a ella no le importan las palabras en un papel…
Ni le interesan las melodías en una canción…
Solo canta con tristeza… solo canta en soledad…
Tratando de llevarnos alegría en su canto…
Alegría que borre su propia tristeza.
¡Como la comprendo!
Porque yo… me siento solo…
Muriendo en el olvido…
Abandonado por quien más debió cuidarme: yo.

El sol ya ha salido…
Y me asomo a través de la triste ventana del alma
Que le llora a un corazón herido…
Lejano y ya perdido.
Le llora un corazón partido…
Que ha perdido y ha ganado…
Que ha sufrido y ha gozado.
Un corazón con sonido ajado…
Y un ritmo cansado… desgarrado… lleno de dolor…
Por las lesiones purulentas de llagas hondas causadas por la vida…
Y grita en sus heridas: muero pobre de amor.

¿Cómo lograr calmar su dolor?
Tonto corazón roto… perdido y mustio…
Que vivió entre encuentros de amor desasido
Y frases de amor en el olvido.

¿Dónde esta mi enemigo cruel?
Que venga en mi rescate…
Y con su filuda y gran arista me corte cuerpo… cercene alma…
Y las arterias del corazón.
Me saque ya de este esqueleto de armadura…
Pretendiendo ser piel y acero
Y deje solo trozos… pedazos de amor… o desamor…
O lo que sea que soy yo.
Porque me queda un alma triste y mancillada…
Herida en la niebla de la desilusión…
Muero… me asfixio… es cruel la aflicción.

Ya nadie escucha mis cantos,
Nadie oye mis gritos… chamuscados de dolor.
¿Al amor asusté? ¿Al amigo fallé?
Porque voy solo… pudriéndome en vida…
Agonizando de dolor.
La roca plena de fe, templanza, y caridad
La manche cruzándola en un sucio abrazo
Y entre gritos hambrientos de poder,
¿Se fue con el primer balazo?

Me siento solo…
Muriendo en el olvido…
Abandonado por quien más debió cuidarme: yo…
Con los huesos secos culpándome de adicciones pasadas…
Con la enfermedad regada en mi cuerpo…
Ojos… sangre… intestinos… riñones…
Columna… venas… manos…
Dientes… páncreas…
¡El cuerpo me reclama lo que sé fue culpa mia!

Me siento solo…
Muriendo en el olvido…
Abandonado por quien más debió cuidarme: yo.